El resultado es
una edición
limitada de mochilas con
el sello sobrio
y lujosamente discreto de
la marca de las Olsen y la ironía
postmoderna de
Hirst. Así, una misma mochila de impecable cocodrilo negro ha sido hasta 12
veces intervenida con dos de los iconos más potentes del artista: los
lunares de colores y las píldoras. Todas las piezas llevan la
firma del artista y parte de los beneficios se destinarán a UNICEF.
Desde Magazine con Z pensamos que es el caprichito perfecto de estas navidades con un bien benéfico.
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